Un hombre sabio
nos dijo una vez que en arquitectura o en construcción no debería jamás haber
nada que se pudiera calificar como falso. Tenía razón. Lo falso quiere decir
engañoso, fingido, simulado, falto de ley, de realidad o de veracidad.
Lo falso es lo contrario a la verdad.
Llamar falso a
un elemento que forma parte de un proceso constructivo es algo que me cuesta
asimilar. Y tampoco me entra en la cabeza cómo es posible que nosotros, los
arquitectos, los que llamamos 'huecos' a lo que el resto de los mortales llaman
ventanas, 'paramentos verticales' a los tabiques, y 'piel o membrana' a la
fachada, sigamos llamando 'falsos techos' a los falsos techos o cielorrasos
(que también se las trae esta palabreja) a pesar de ser una pésima calificación
para este elemento tan útil y tan necesario.
Así, podríamos
llamar 'falsa luz' a la iluminación, 'falsas pieles'" a los maquillajes,
'falsos sonidos' a los efectos sonoros e incluso 'falsos actores' a los
especialistas y a los dobles. Pero en arquitectura y en construcción no creamos
ficciones sino realidades. En arquitectura
no hay trampa ni cartón. No hay nada falso en una edificación ni queremos que
se catalogue de falto de realidad a ninguno de sus componentes. Ni siquiera
podríamos calificar como 'falsos' ciertos elementos decorativos u ornamentales
que aparecen cada dos por tres en muchos edificios. Ni tampoco nos gustaría que
se definiese como engañosa la arquitectura de la cosmética, que trata de
maquillar realidades para mitigar el efecto cutre derivado de la vergonzosa
chapuza en la que se ha convertido la obra gruesa.
¿A alguien se le
ocurriría acusar de falso suelo a un suelo técnico? ¿Quién osaría nombrar a una fachada ventilada con el apelativo de falsa fachada? ¿Y en este
último caso, cual es la 'fachada-real-de-verdad-de-la-buena'? ¿La piel exterior
o la que hace las funciones de aislamiento y acondicionamiento? ¿Son los elementos
de compartimentación interior que no trabajan estructuralmente (es decir, la
tabiquería) unos farsantes simplemente porque
sólo distribuyen y no reciben cargas? ¿Son éstos, por tanto, los falsos muros?
Proponemos dos
nombres para los actuales Falsos Techos, que derivan del uso para el que estén
colocados:
Techo
Técnico (TT)
El mal llamado
Falso Techo debería pasar a llamarse Techo Técnico'.
Un nombre que hace justicia a este elemento, ya que
realmente cumple el mismo cometido que un suelo técnico. Permite poder
distribuir horizontalmente ciertas instalaciones como las de climatización,
electricidad e iluminación, megafonía, redes de detección y extinción de
incendios y en algunos casos los colectores horizontales de la red de
saneamiento.
En un edificio
de oficinas, el paquete compuesto por los techos
técnicos+forjados+suelos técnicos, constituyen una parte fundamental del
correcto funcionamiento de los sistemas técnicos del edificio, ocupando en
ocasiones un espesor total de más de 1.20 metros por planta en el desarrollo
vertical del edificio, lo cual no es para nada despreciable.
Techo
de Corrección de Alturas y Proporciones (TCAP)
Este sería otro
nombre adecuado (aunque demasiado largo y algo pedante) que se ajustaría más a
otra de las funciones que cumple. En ocasiones, la finalidad de este doble
techo no es simplemente generar un espacio técnico para la distribución de
instalaciones sino también acomodar o modificar la proporción del espacio
interior en función del uso de cada punto del edificio para que las alturas de
las estancias no queden condicionadas por la altura de los forjados o las
losas. Esta es igualmente una labor muy importante que no conviene subestimar
catalogándolo de elemento de mentira.
Rebauticemos de inmediato los falsos techos para que dejen de ser de una vez por todas los grandes farsantes del mundo de la construcción. Reivindiquemos su importancia en las edificaciones y en la
arquitectura. Recuperemos su valor y renombremos este elemento como se merece.
1 comentario :
muy buena observación.
-techo técnico,
-techo de corrección de alturas y proporciones,...
podría haber algunos nombres más:
-techo flotante,
-techo colgado, o descolgado, también suspendido,
-techo ventilado,
-techo con/de cámara,...
-techo de tripas, jajaja.
con todo, cielorraso (cielo-raso) me parece una palabra también bonita aunque supongo que se referiría en su origen sólo a una técnica constructiva determinada, debe estar asociado a un material como pasa con muchas palabras específicas de la construcción.
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