Photo by JA / Shanghai, China / 2022
"Fairy tales are more than true. Not because they tell us that Dragons exist.
But because they tell us that Dragons can be beaten"
- Neil Gaiman
Cuenta la leyenda que en el subsuelo de Shanghai yace un Guardián dormido.
Y según un popular mito urbano, a mediados de los años noventa ocurrió algo que estuvo a punto de despertar a la Criatura.
La Yan'an
es una de las principales arterias de Shanghai. Atraviesa la ciudad de
este a oeste pasando por su centro y fue formada originalmente en 1945,
cuando se juntaron las tres secciones de las antiguas calles Avenue
Edward VII, Avenue Foch y Great Western Road. En 1950, tras la formación
de la República Popular China, fue rebautizada con su nombre actual por
el PCCh en honor a Yan'an, la base comunista durante la Guerra Civil
situada en la provincia de Shaanxi.
A
mediados de los noventa se elevaron 15 kilómetros de su trazado,
concretamente el tramo comprendido desde el aeropuerto de Hongqiao hasta
el Bund, con el objetivo de mejorar la comunicación y el acceso rodado a
la ciudad. La Yan'an
pasó así a convertirse en una gaojiá, que es como se llama en China a
las autovías elevadas. La obra para levantar esta infraestructura fue
faraónica y se desarrolló en un tiempo récord entre los años 1995 y
1997.
Durante
su construcción, la empresa constructora se encontró con un serio
contratiempo en el nodo formado por el cruce entre la Yan'an
con otra importante gaojiá llamada Chongqing Lu y conocida hoy
popularmente como la Norte-Sur. El terreno en ese punto se comportaba
como un duro armazón impenetrable y las pilotadoras no podían perforarlo
para cimentar los pilares de la autovía.
Los
ingenieros estaban perplejos. Lo que ocurría era del todo inexplicable.
Shanghai se asienta en la desembocadura del río Yangtze, por lo que
cuenta con un nivel freático superficial y un terreno intrínsecamente
blando formado por una gruesa capa de más de 300 metros de arcillas y
limo. Debido a su profundidad no hay posibilidad de excavar hasta el
lecho de roca, así que tanto edificios como infraestructuras disponen de
sistemas de cimentación profunda mediante pilotaje, que trabajan
fundamentalmente a fricción.
Pero en este punto del trazado el terreno se comportaba como una coraza infranqueable y resultaba imposible cimentar.
Pero en este punto del trazado el terreno se comportaba como una coraza infranqueable y resultaba imposible cimentar.
Esta inesperada situación obligó a parar la obra.
Recalcularon
el sistema estructural, pero resultó inviable. Valoraron la
modificación del trazado de la autovía, pero debido al elevado coste de
la operación y a la compleja planificación de un cambio de esas
características, fue igualmente imposible llevarlo a cabo. Centenares de
ingenieros civiles y consultores locales e internacionales fueron
llamados a estudiar el problema y ninguno llegó a encontrar una
solución. Cuando se agotaron las vías técnicas, las autoridades
comenzaron a perder la fe en la ciencia y llegaron a la conclusión de
que lo que allí ocurría no podía ser explicado mediante leyes físicas,
por lo que invitaron a un comité de expertos en Fengshui. Ninguno logró
encontrar una explicación ni propuso soluciones factibles.
Se les acababan las opciones. El tiempo jugaba en su contra.
Quemando
los últimos cartuchos, dos oficiales del gobierno local designados por
el alcalde decidieron llamar a un monje budista. Unos dicen que provenía
del Templo del Buddha de Jade, otros dicen que del Templo de Longhua.
El monje observó cuidadosamente la zona, llevó a cabo una ceremonia
religiosa y concluyó que bajo aquel lugar descansaba un Dragón
Protector. Un Guardián cuyo objetivo era velar por la seguridad de la
ciudad y sus habitantes por toda la eternidad. Las labores de
perforación y construcción estaban perturbando su descanso. Tras
bendecir el sitio, indicó el punto exacto donde debería levantarse el
pilar central que sujetaría el complejo entramado de puentes que
conformaban el nodo.
Este
pilar debería ser recubierto con nueve Dragones de oro abrazándolo a lo
largo de su fuste, subiendo en espiral desde la base hasta el punto más
alto. No solo como símbolo de respeto a la criatura, sino también con
el objetivo de reforzar y proteger la columna, garantizando su
estabilidad y durabilidad.
Así lo hicieron.
Hay diversas teorías e interpretaciones sobre el hecho de que fueran concretamente Nueve Dragones.
En la mitología china los Dragones son unas de las criaturas más importantes. Existen nueve tipologías: Tianlong es el Dragón Celestial, que puede volar y reside en el cielo protegiendo a los Dioses de caer a la Tierra. Shenlong son los Dragones Espirituales, se dice que son de color azul y rigen la lluvia y los vientos. Fucanglong representa los Dragones de los Tesoros Ocultos. Dilong o Dragones del Inframundo, que dominan los ríos y solo vuelan para aparearse. Yinglong, los Dragones Alados. Qiulong, los Dragones Astados, unos de los más poderosos. Panlong o Dragones Enroscados, que habitan las aguas. Huanglong,
cuya traducción literal es Dragón Amarillo, que emergió del río Luo
para enseñar a Fuxi, primero de los tres soberanos de la Antigua China,
los elementos de la escritura. Y por último el poderoso Long Wang o Rey Dragón, que puede adquirir apariencia humana, controla el clima y reina sobre los mares de los cuatro puntos cardinales.
En la cultura china los
Dragones están compuestos por nueve entidades que provienen de otros
animales: ojos de langosta, cuernos de ciervo, morro de camello, nariz
de perro, bigotes de bagre, melena de león, cola de serpiente, escamas
de pez y garras de águila.
Otra
posible interpretación de la Leyenda de los Nueve está relacionada con
el significado y la importancia de los números en China. Por ejemplo, el
número cuatro (4) 四 [sí] se pronuncia muy parecido a la palabra muerte 死 [sǐ]
por lo que es un número vinculado con malos presagios, hasta el punto
de que muchos edificios de este país no disponen de niveles 4, 14 y
otros pisos acabados en ese fatal número. Por el contrario el número
nueve (9) 九 [jiǔ] se considera afortunado en China ya que se pronuncia igual que el caracter temporal que indica 'larga duración' 久 [jiǔ] por lo que algunos cuentan que podría haber sido una forma de garantizar la estabilidad y perpetuidad de la estructura.
Sea
como fuere, el caso es que aquel poco ortodoxo sistema funcionó.
Finalmente el Dragón permitió a los hombres perforar junto a su lugar de
descanso eterno, la obra de la gaojiá pudo completarse a tiempo y la
Yan'an es hoy una de las vías rodadas más transitadas de Shanghai.
El monje falleció poco después, dicen que como castigo por revelar los secretos de la ubicación de la guarida del Dragón.
El Drágón Protector continúa velando y salvaguardando la ciudad de Shanghai.
Durmiendo bajo tierra. Junto a sus cimientos.
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